miércoles, 21 de octubre de 2009

Así lo vió www.cacolegiales.com.ar (sitio no oficial del club Colegiales): Rescató un punto


Colegiales empató 2 a 2 como local ante Deportivo Armenio. Rubén Ratto había abierto el marcador y Ramiro Fergonzi, sobre la hora, convirtió la igualdad. A Cole le faltó contundencia. Gastón Díaz se fue lesionado. Clima caliente en el final con el séquito que rodeaba a Noray Nakis.
En un partido que tenía a las nubes y a los mosquitos como protagonistas, Cole intentaba ratificar la levantada que significó el triunfazo en Mataderos. Más todavía cuando el local se puso en ventaja, de entrada nomás. El Gula Díaz metió al área un tiro libre y Ratto apareció por el segundo palo para conectar un cabezazo letal. De esta manera, Colegiales anotó su primer gol de pelota parada en lo que va de la temporada. “Ahora les hacemos cinco”, pensó más de uno en la cancha. Pero no fue así. Porque a los ataques del local le faltaban continuidad y siempre se fallaba en la puntada final. Claro que, cuando Diego Cisterna se enchufaba, Cole marcaba la diferencia.
La visita mostraba dos caras. En defensa era una tentación. Pero en la ofensiva, Armenio intentaba responder a través de la velocidad de Jorge Coria y de la habilidad de Sebastián López, que lastimaba cada vez que se lo proponía
. En la primera que tuvo, el conjunto de Maschwitz tampoco perdonó. Néstor Fernández recibió sobre la banda derecha y sacó un centro preciso para la llegada de Ezequiel Kilmot que, mediante un testazo, la mandó a guardar. Muchas dudas en la última línea de Cole posibilitaron el empate. Enseguida, el equipo de Munro tuvo una buena oportunidad para desnivelar. Luis Zeballos intentó con un remate lejano, pero la bola se fue dándole un besito al palo. Armenio jugaba de contra. Y así complicaba. Tanto que tuvo su chance para concretar cuando Miguel Cisterna habilitó a López, que sacó un bombazo cruzado que se fue cerca. El fondo local no estaba firme y por momentos sufría. Cerca del final del primer tiempo, el Gula Díaz tuvo que abandonar la cancha por una terrible patada que recibió sobre un costado. De más está decir que Ariel Suárez, de mal arbitraje, no vio nada. Adentro Pedro Cardona para jugar con un enganche definido. En tiempo cumplido, Cole contó con una gran ocasión para irse al vestuario en ventaja. A la salida de un córner, Sergio Rodríguez la bajó al corazón del área con un cabezazo. La bola le quedó a Sergio Luque para ensayar otro frentazo, pero Marcelo Luca le ahogó el grito. En la segunda etapa, Néstor Ferraresi intentó sorprender, ya que adelantó a Gustavo Campuzano como carrilero por derecha y pasó a defender con línea de tres. Así las cosas, Colegiales siempre buscó el arco de enfrente aunque con muy poca claridad.
La única luz la aportaba el distinto, Cisterna. Cuando se jugaban 10’, la hizo de pie a pie y sacó a pasear a Fernández. Dentro del área probó con un derechazo y Luca voló para desviarla al tiro de esquina.
Como si fuera poco, los de Maschwitz dieron vuelta la historia. A la salida de una pelota parada, Jonathan Zarza falló en la salida y el balón quedó boyando en el área. Nadie la despejó y ahí estaba Kilmot para convertirse en el verdugo de la tarde. Con el marcador desfavorable, pero con el apoyo de la hinchada, Colegiales fue en busca del empate. Sin ideas, pero con mucho amor propio. Las chances no abundaron y sólo se puede rescatar una bomba del Checho Luque que el arquero –sí, otra vez- se encargó de desviar. La idea de Armenio era lastimar mediante alguna contra y el Gordo Zarza le sacó un cabezazo bárbaro a José Cáspary. Mientras, Cole abusaba del pelotazo y a Cisterna le faltaban socios para llegar al arco de enfrente y perforar una defensa muy dura. En tiempo de descuento, el propio Cisterna recibió en el mediocampo y tocó para Ratto, que sacó un centro a la carrera. Ramiro Fergonzi, que había ingresado unos minutos atrás, se anticipó de cabeza y decretó un empate que sirvió para no irse con las manos vacías.
En el final del partido hubo un cruce de insultos entre la platea de Colegiales y los allegados de Deportivo Armenio, que habían hablado de más y el séquito que rodea a Nakis quiso demostrar una guapeza que sólo en el Bajo Munro se consigue. “Cuando no se puede ganar, siempre es mejor empatar”, reza un viejo axioma futbolero. Cole rescató un punto en Malaver y Posadas, donde se le está haciendo esquiva la victoria, ya que hace cinco partidos que no gana. La próxima parada será en Jáuregui, ante Flandria, para que los jugadores inflen el pecho y se traigan un triunfo.

Por: Seba Basalo l LPC l sbasalo@cacolegiales.com.ar 21/10/09 - 0:10hs.

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Estadio Armenia, Ing. Maschwitz

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