Con una gran actuación colectiva, Colegiales superó por 3 a 1 al Deportivo Armenio. Maximiliano Gay había abierto la cuenta para la visita. Ricky Pérez, Paco Buzzi y Totó Torres dieron vuelta la historia para Cole. Fue el primer triunfo del campeonato para el Tricolor de Munro.
Con un arranque negativo sobre las espaldas, Colegiales recibía la Deportivo Armenio en un partido importante para empezar a despegar. Para este encuentro, Leonardo Ramos decidió cambiar el esquema y dispuso un 3-2-3-2 con muchos jugadores de buen pie para manejar la pelota. La idea del DT se pudo apreciar en los primeros minutos, donde los mediocampistas de Cole aportaban mucha movilidad. Todos rotaban de manera permanente e intercambiaban posiciones para complicar a la defensa visitante. Con un toqueteo incesante, los de Munro generaron la primera chance para destrabar el cero. Después de una serie de pases, la bocha le quedó a Elías Borrego, que sacó un remate rasante para la estirada de Marcelo Bangert.
Armenio se paraba muy atrás y lo único que hacía era apostar a alguna contra. Colegiales era más y la presión de los volantes era importante. Con una recuperación de Diego Cisterna, el 10 asistió a Jonathan Torres, pero el zurdazo de Totó fue débil y no inquietó al arquero.
Enseguida, los de Leo Ramos fueron por más. Cisterna la cambió de izquierda a derecha para habilitar a Claudio Verino. El defensor rosarino controló el balón y sacudió, pero Bangert se estiró con esfuerzo para desviarla al córner. Cuando todo parecía controlado, la visita se puso en ventaja. Ricardo Blanco, el más movedizo, desbordó por la banda izquierda a pura habilidad y puso un centro al corazón del área. Allí estaba Maximiliano Gay, sin marcas, para meter un frentazo y doblegar la estirada de Alejandro Granero. Los de Munro sintieron el golpe del gol y se desordenaron en el campo de juego. Se empezaron a errar pases de dos metros y el equipo comenzó a desconcentrarse, fruto de la desventaja. Por su parte, el conjunto de Ingeniero Maschwitz se empezó a adelantar en el terreno, gracias al trabajo de Blanco, que estaba intratable. Si bien no llegaban al arco de Granero, les alcanzaba para manejar los tiempos y hacer su negocio. “No hay mal que dure cien años”, reza un refrán. Y Cole pudo cortar su racha negativa. A la salida de un tiro de esquina, el árbitro –Paulo Vigliano- cobró penal por una mano de Cristian Quiñónez dentro del área. El encargado fue Ricardo Pérez, que ejecutó con mucha frialdad la pena máxima. Así, el local puso fin a los 509 minutos sin convertir.
En el segundo tiempo, los de Leo Ramos saltaron a la cancha con la intención de repetir la actuación. Por eso, los jugadores intentaron ser los protagonistas, pero les faltaba claridad en los últimos metros para acertar alguna llegada. Con poco, Colegiales se fue acercando. Primero, con un cabezazo débil de Ariel Hertel, que se durmió en las manos del arquero. Más tarde, Bangert se volvió a lucir ante un testazo de Claudio Verino que pedía red. Gracias a la pelota parada, Cole dio vuelta la historia. Ricky Pérez otra vez frotó su zurda en un córner para buscar a Héctor Buzzi. Sin marcas apareció Paco para meter un cabezazo de pique al suelo, que se fue al fondo del arco para desatar la locura en Malaver y Posadas. El desahogo fue muy grande y el local, de manera inconsciente, retrocedió unos cuantos metros. Sin hacer demasiado, Armenio lo fue a buscar y acumuló gente en ataque. Pero ahí estaba Benji Granero para tapar dos chances claras ante Diego De La Vega y un mano a mano a Gay. Con los cambios realizados, el DT del Tricolor de Munro intentó cerrar el encuentro. Uno de los ingresados, Augusto Tissera, armó una jugada bárbara por la banda izquierda y le sirvió el gol a Torres, pero el frentazo de Totó se fue por arriba.
La velocidad de Ramiro Fergonzi complicaba a la defensa visitante y, de contra, Colegiales liquidó el pleito. Tras un centro rasante de Juan Gáspari, la bocha le quedó a Torres para que conectara de primera y sellara el resultado. Sólo quedó tiempo para la roja infantil a Lucas Díaz Canevaro y Cole pudo festejar. Los de Leo Ramos sumaron más que tres puntos porque se volvió a convertir y se consiguió el primer triunfo del campeonato. El equipo demostró que puede pelear y que tiene variantes para hacerle frente a cualquiera. Ahora se viene Almagro, otra oportunidad para ratificar la levantada.
Por: Seba Basalo l LPC
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