Solidez defensiva, equilibrio en el mediocampo, contundencia en ataque, proyecciones por los laterales y actitud a lo largo de los noventa y cuatro minutos, fueron los factores fundamentales para que Italiano derrotara a Armenio por 4 a 0 en condición de visitante.
El local arrancó el partido con muchas ganas pero con pocas ideas. Es decir, muchos desbordes y centros a la espera de algún cabezazo de Matos ó de Montenegro. Evidentemente, esa estrategia te puede llevar a tener alguna jugada de pelota parada, como a los 11 minutos de la etapa inicial con un tiro libre de Alejandro Orsi que se iba cerca del palo derecho de Anconetani, pero en definitiva termina prevaleciendo en el resultado final aquel equipo con intención de jugar con pelota al piso y de esa manera generándole dolores de cabeza a la defensa rival.
Justamente eso fue lo que llevó a cabo Italiano. Tal vez con mayor paciencia pero siempre con la idea de combinar entre Ramiro López y Gustavo Britos, más las proyecciones de Sebastián Gómez y Martínez por derecha, la gran ayuda de Ezequiel Molina por izquierda siendo una salida permanente y el notable aporte que brindan Gustavo Velázquez y Manuel Rodas para entregar el balón con prestancia.
Esas son diferencias claras entre uno y otro que se terminaron notando en el resultado. Por un lado, un equipo que se complementa de manera casi perfecta y por el otro un par de individualidades que no tienen una posición definida dentro del campo de juego y como consecuencia predomina la imprecisión.
La visita abría el marcador a los 13 minutos del primer tiempo a través de un tiro libre exquisito de Gustavo Britos, rematado prácticamente desde tres cuartos de cancha al primer palo de Marcelo Luca, el balón picó previamente y descolocó al arquero. A los 24, casi amplía Italiano nuevamente de pelota parada a metros de la línea del área grande pero esta vez el disparo de Ramiro López fue tapado por Luca.
Posteriormente llegaron dos claras para los de Maschwitz. A los 25 minutos Mauro Matos desde el punto de penal recibió un centro pero no tuvo precisión en el cabezazo. Al instante, nuevamente el nueve ganó en el salto pero se fue cerca del poste izquierdo de Anconetani.
“Los goles que no convertís en el arco rival los sufrís en el propio” dice la famosa frase y esta vez quedó demostrado que es cierta porque a los 34 minutos Leonardo Abalsamo ponía el 2 a 0 definiendo casi debajo del arco después de un impecable centro de Gustavo Britos.
Cuando estaba por terminar el primer tiempo dio la sensación de que hubo un penal a favor de Armenio que Guillaume no percibió, cuando lo tomaron a Orsi dentro del área. Desde el sector de plateas se vio que el agarrón existió porque la camiseta de Orsi se estiró pero pareció que el ocho de Armenio exageró en la caída.
En la complementaria, los locales estuvieron a punto de descontar cuando Pablo Trento tuvo una doble oportunidad que no supo aprovechar, ya que primero tapó Anconetani y en el rebote pegó en el palo.
A los 15 minutos, Sebastián Gómez anotaba el 3 a 0 ingresando por el segundo palo tras un desborde de Ezequiel Molina por izquierda, reiterando la fórmula del segundo tanto en el encuentro anterior donde el Azzurro venció a San Telmo 3 a 0. Finalmente, Leonardo Abalsamo puso el 4 a 0 definitivo con un cabezazo a la derecha de Marcelo Luca.
El local arrancó el partido con muchas ganas pero con pocas ideas. Es decir, muchos desbordes y centros a la espera de algún cabezazo de Matos ó de Montenegro. Evidentemente, esa estrategia te puede llevar a tener alguna jugada de pelota parada, como a los 11 minutos de la etapa inicial con un tiro libre de Alejandro Orsi que se iba cerca del palo derecho de Anconetani, pero en definitiva termina prevaleciendo en el resultado final aquel equipo con intención de jugar con pelota al piso y de esa manera generándole dolores de cabeza a la defensa rival.
Justamente eso fue lo que llevó a cabo Italiano. Tal vez con mayor paciencia pero siempre con la idea de combinar entre Ramiro López y Gustavo Britos, más las proyecciones de Sebastián Gómez y Martínez por derecha, la gran ayuda de Ezequiel Molina por izquierda siendo una salida permanente y el notable aporte que brindan Gustavo Velázquez y Manuel Rodas para entregar el balón con prestancia.
Esas son diferencias claras entre uno y otro que se terminaron notando en el resultado. Por un lado, un equipo que se complementa de manera casi perfecta y por el otro un par de individualidades que no tienen una posición definida dentro del campo de juego y como consecuencia predomina la imprecisión.
La visita abría el marcador a los 13 minutos del primer tiempo a través de un tiro libre exquisito de Gustavo Britos, rematado prácticamente desde tres cuartos de cancha al primer palo de Marcelo Luca, el balón picó previamente y descolocó al arquero. A los 24, casi amplía Italiano nuevamente de pelota parada a metros de la línea del área grande pero esta vez el disparo de Ramiro López fue tapado por Luca.
Posteriormente llegaron dos claras para los de Maschwitz. A los 25 minutos Mauro Matos desde el punto de penal recibió un centro pero no tuvo precisión en el cabezazo. Al instante, nuevamente el nueve ganó en el salto pero se fue cerca del poste izquierdo de Anconetani.
“Los goles que no convertís en el arco rival los sufrís en el propio” dice la famosa frase y esta vez quedó demostrado que es cierta porque a los 34 minutos Leonardo Abalsamo ponía el 2 a 0 definiendo casi debajo del arco después de un impecable centro de Gustavo Britos.
Cuando estaba por terminar el primer tiempo dio la sensación de que hubo un penal a favor de Armenio que Guillaume no percibió, cuando lo tomaron a Orsi dentro del área. Desde el sector de plateas se vio que el agarrón existió porque la camiseta de Orsi se estiró pero pareció que el ocho de Armenio exageró en la caída.
En la complementaria, los locales estuvieron a punto de descontar cuando Pablo Trento tuvo una doble oportunidad que no supo aprovechar, ya que primero tapó Anconetani y en el rebote pegó en el palo.
A los 15 minutos, Sebastián Gómez anotaba el 3 a 0 ingresando por el segundo palo tras un desborde de Ezequiel Molina por izquierda, reiterando la fórmula del segundo tanto en el encuentro anterior donde el Azzurro venció a San Telmo 3 a 0. Finalmente, Leonardo Abalsamo puso el 4 a 0 definitivo con un cabezazo a la derecha de Marcelo Luca.
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