El contexto hace que algunos puntos arrastren cierta carga de relatividad. Que las cosas no salgan desde lo futbolístico como realmente se pretende es un dato a tener muy en cuenta, pero la realidad macro hace perder de vista este tipo de detalles. Es así. La necesidad de puntos de este Central Córdoba es tal que mientras gane, el cómo pasa a un segundo plano. ¿O acaso alguien lamentó haber jugado de regular para abajo contra Chicago, con un triunfo de visitante bajo el brazo? Lo mismo corre para lo de ayer, ante un deslucido Deportivo Armenio, al que se lo dominó de punta a punta y se le ganó bien, pero sin que le sobrara nada. El punto de análisis es simple. En medio de lo poco que ofrece a los ojos el charrúa, ayer se dio el gusto de descontarles puntos a Villa San Carlos, San Telmo, Almagro y Flandria, los principales rivales del Matador en la lucha por la permanencia. Por eso los hinchas, y sobre todos los jugadores, que ven cómo estos triunfazos sirven para empezar a asomar la cabeza, entienden a la perfección el cuadro de situación. De la misma forma, no reconocer la superioridad de Córdoba sería un error. Claro que el equipo del Trinche Carlovich no tiene por qué hacerse cargo de las limitaciones de un Armenio que llevaba diez partidos sin ganar. Su misión era sentirse superior y traducirlo en el juego y en el resultado. Y el objetivo fue cumplido. La gran virtud del charrúa estuvo en que sin ser un equipo agresivo en el área de enfrente se las ingenió para mover la pelota y cerrarle los caminos a un Armenio que generó una sola situación de gol en los 90 minutos, recién con la desesperación del final. De todas formas del otro lado las emociones tampoco abundaron. Al Chueco García lo encimaron justo cuando se aprestaba a rematar dentro del área (21’) y Diego Delmastro, lo mejor de la cancha, estrelló su remate en el travesaño desde más de 30 metros. No más que eso. Y lo del complemento fue similar, o más endeble todavía, pero más efectivo. Porque el centro del Mono Cruz desde la derecha encontró al Gordo Real en soledad para ponerla, de cabeza, contra el palo izquierdo del arquero Villalba (13’). Y con eso alcanzó. Es que sólo hubo que lamentar un zurdazo (terminó afuera de la cancha) de Real tras una gran asistencia de Bezombe (volvió tras la lesión de meniscos). Nada más. Después fue sólo cuestión de no desconcentrarse, mantener el orden y dejar que los minutos corran. Y así fue. Armenio apenas si inquietó con un cabezazo de Coria cuando se cerraba un partido que tuvo un justo ganador. Que hizo poco, pero que valió mucho. Y por eso fue bueno. "Estamos creciendo""Creo que fuimos superiores. En el primer tiempo tuvimos un par y en el segundo la del gol, pero igualmente manejamos siempre la pelota", destacó Diego Delmastro en relación al triunfo sobre Armenio. El volante, que se perderá el partido del martes ante Flandria por haber llegado a las cinco amarillas, apuntó además que "eso nos sirvió para complicarle el juego al rival, porque fueron ellos los que tuvieron que hacer el desgaste". Igual, por la situación en la que está Córdoba "lo importante es dejar los tres puntos acá en casa. Estamos creciendo como grupo y vamos por el buen camino", según Delmastro, la figura de la cancha.
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