lunes, 14 de febrero de 2011

Así lo vió www.defeweb.com.ar: Los restos de Defe

El Dragón no pudo superar a Armenio y sumó su sexta presentación consecutiva sin obtener victorias.
Fue 0 a 0 y pudo ser peor. Así, se sigue alejando de los de arriba con la incertidumbre de cuándo va a volver a ser aquel que ilusionó en el principio de la temporada.
Sumó un punto. Aunque parezca una ironía, un partido como el de hoy tenía dos destinos posibles. Empatar o perder. Porque de haberse alargado el tiempo del encuentro, que de por sí fue tedioso por la carencia de emociones, difícilmente Defensores se hubiera llevado la victoria. El cuadro de Della Picca vegetó por la cancha. No tuvo ideas, ni fútbol. Esto no es de ahora. El rendimiento de hoy es consecuencia de la seguidilla de amarguras por la que atraviesa desde el
año pasado. Hoy se vio un equipo preso de sus inseguridades. Porque Batallini ya no es lo aplicado que fue siempre. Porque los centrales, que son dos pilares firmes en la estructura de este equipo, hoy tuvieron dudas que nunca tienen y terminaron los dos amonestados. Mansilla no es la rueda de auxilio con llegada al gol que supo ser. El Tanque la mete cada tanto. Y los que entran tampoco son solución. En ese aspecto no hay mucho para reprocharle a Della Picca. Hoy probó un equipo con Arce, de flojísimo rendimiento, como único volante central y con Santibañez de enganche. Precisamente quien fue el único refuerzo en este verano nunca pudo hacerse dueño de la creación del equipo. Después, ni Becica ni Lucho González supieron cumplir con creces esa responsabilidad. Con este empate Defe llegó a 6 partidos consecutivos sin ganar, con la diferencia que en los anteriores cinco el equipo mostró una predisposición diferente y contó con posibilidades de gol para ganar. Hoy no. El empate en seco es el fiel reflejo de lo que ocurrió en el rectángulo. El Dragón jugó como si estuviera navegando por debajo de la mitad de la tabla y nunca pudo superar en el desarrollo a un rival cuyo máximo objetivo es mantener la categoría. Probablemente, y de una vez, este partido marque un quiebre en este plantel. Porque se jugó muy mal y porque ya la gente se manifestó ante la pasividad de un equipo que empezó para pelear seriamente el título y después no se hizo cargo. El sueño del ascenso directo queda cada vez más lejos, en puntos y en proyección. Porque mientras los que están arriba cada día juegan mejor el Bajo está en caída libre. Un párrafo aparte para Pablo Dóvalo. Es cierto que en esta categoría los agarrones son moneda corriente y al juez se le puede complicar a la hora de decidir a favor de quién cobra. Pero la falta de compromiso de árbitros cómo este ante algunas situaciones es alarmante. Ojalá cambie, cómo este gris presente por el que atraviesa el Dragón, que tanto ilusionó hace sólo unos meses.

Por: Marcos E. Niño
Socio 26.090

No hay comentarios:

Estadio Armenia, Ing. Maschwitz

Estadio Armenia, Ing. Maschwitz
Acceso al estadio.