Pablo Scoccia Pscoccia@ole.com.ar
Alexis tuvo el triunfo para Tense, pero su cabezazo pegó en el travesaño. Ambos eligieron sumar antes que jugar.

El Calamar tenía la posibilidad de convertirse, al menos por unas horas, en el único escolta de Brown. Sin embargo, se mostró muy lejos de pegar ese salto: en 90 minutos apenas generó una situación de gol ante Armenio, en Ingeniero Maschwitz. Fue a los 17´ del ST, cuando Alexis Blanco estrelló su cabezazo en el travesaño y se quedó con el grito atragantado. Así, no extrañó a nadie que el encuentro termine sin tantos porque Platense no tuvo ideas para romper el cerco tricolor y porque al golpeado Armenio (venía de perder con Defe y de quedar eliminado en la Copa Argentina ante Villa Dálmine), sólo le interesó no ser derrotado.
El juego arrancó con el Marrón tratando de tomar la iniciativa a través de Olivares. Pero el 10 sufrió el rigor físico del mediocampo local y entonces se diluyó con el correr de los minutos. Así, la visita terminó siendo frontal, con abuso del pelotazo en una tarde de mucho viento, mientras Armenio se defendía a gusto a la espera de una contra, la que nunca llegó.
“Cuando te encontrás con un equipo que pone cuatro marcadores en la mitad de la cancha, lo tenés que pasar por arriba, porque sino, te roban la pelota y te complican”, justificó Nardozza, DT de Platense. “Por la cuestión anímica era importante no perder”, explicó Bangert, arquero local. Uno y otro se fueron tranquilos: importó más el punto sumado que el juego mostrado.