lunes, 6 de abril de 2009

Así lo vió la Pág. de Talleres (www.catalleresre.com.ar): La venganza de Pachorra

Talleres cayó derrotado 4 – 1 frente a un pobre Armenio, que supo sacarle un jugoso provecho a cada error defensivo cometido por su rival, y decoró una diferencia en el resultado que no se corresponde con lo que ocurrió en la cancha, ya que la visita mereció mejor suerte. El equipo de Smaldone fue inteligente y mesquino al mismo tiempo -y mal intencionado en algunas jugadas-, y con eso pudo arrebatarle tres puntos al equipo de Ricardo Rodríguez, que volvió a dejar escapar la gran oportunidad de alcanzar a Flandria y superar a San Telmo en el promedio.
Fiel a sus convicciones, esas mismas que no fueron fructíferas en Escalada y que aún padecemos en la realidad numérica, Hugo Smaldone ideó desde lo estratégico, un partido que Talleres no supo como resolver, ya que después de haber manejado y tratado mejor la pelota, el Albirrojo no pudo cristalizar en goles ese dominio y terminó siendo goleado frente al antepenúltimo del torneo, que sacó provecho de los errores groseros cometidos en el fondo durante el primer tiempo, y de la apuesta de riesgo que realizó la visita, justo en el momento que quemó sus naves para alcanzar un empate que nunca llegó. Está demás –o no- aclarar que Talleres desde el primer minuto, en cada presentación, se juega cosas muy importantes. Esta en juego la categoría. Por eso, en cada partido, el equipo está obligado a no regalar nada, y a ser inteligente, para sumar de a tres. Y esta vez, empezó la tarde regalando demasiado, con una mano innecesaria de Rubén Salina en un centro aéreo dentro de su propia área, que el árbitro Vigliano advirtió, y transformó en penal. La pena máxima fue ejecutada a la perfección por José Pelanda, quien puso el partido 1 – 0 a favor de los Tricolores, a 10 minutos del inicio del partido. A pesar del impacto, Talleres pudo recuperarse, y manejando la pelota desde la mitad de la cancha, pudo llegar a la igualdad. Un lateral-centro de Leandro Collavini, terminó en los pies de Fernando Zagharián, quien recibió solo en el área, y transformó con una linda definición, ese envió en gol. Se jugaban 20 minutos; Talleres igualaba la historia y volvía a empezar. Tal vez el curso del encuentro hubiese sido otro, si la pelota que recibió Raúl Pérez en el margen del área grande, hubiere terminado dentro del arco de Marcelo Lucca. La combinación había sido excelente, entre Giménez, Cogrossi y Zagharían, y
solo falló el remate de Dudy para que la maniobra termine en gol. Sin embargo, en un partido que mostraba un mayo control de pelota por parte de la visita, quien apoyada en el trabajo de Marcos Giménez y Raúl Pérez, administraba con coherencia y buen pie el balón en la mitad del terreno, el beneficiado resultó ser otra vez, el elenco de la colectividad. Y en otro mal movimiento de Talleres en defensa, el rival volvió a sacar provecho, y de esa desatención llegó el segundo gol de Armenio. Como le ocurrió ante Italiano, una pelota que cruzó el área grande de izquierda a derecha en profundidad, terminó en los pies de Sebastián López, quien desde su posición de medio campista por derecha, asomó solo dentro del área grande, y no tuvo más remedio que enviar un centro preciso, que capitalizó Victor Gómez a escasos metros del arco. Armenio sin merecerlo ganaba 2 – 1 en 37 minutos. El final del primer tiempo llegó acompañado por una insipiente reacción de los Tallarínes, que acompañada otra vez por el buen juego y la prolijidad para desarrollar un esquema de equipo corto, no alcanzó para generar el gol de la igualdad. El complemento arrancó con una señal clara. Gustavo Campuzano ingresó en reemplazo de Rubén Salina, a partir de una modificación significativa que introdujo el técnico, molesto por la intervención fallida del central en una pelota clave. Armenio estaba metido 10 metros más atrás en su campo, en lo que marcó el comienzo de un trabajo más defensivo que ya proponía su entrenador, para aguantar el resultado. A pesar de ello, en los primeros 15 minutos de esa etapa, se vio a un Talleres impulsivo, ya no con tanto fútbol y si algo más de nerviosismo, que empujado por su propia necesidad, quería llegar el empata aunque más no sea con un cabezazo de Dudy Pérez. Armenio también generaba su fútbol en la mitad de la cancha, y de la mano de Miguel Cisterna, el equipo Tricolor controlaba sus acciones ofensivas, y apostaba al contragolpe veloz de Víctor Gómez, para intentar arribar al arco de Juan Gambandé.
Sumergidos ya uno y otro en el terreno de la intrascendencia de un partido bastante flojo, Ricardo Rodríguez quemó las naves, y mandó a la cancha a Fuentes y Florero, por Billordo y Raúl Pérez, para buscar el empate. Pero se regaló en el fondo, y lo pagó carísimo. En tres minutos, llegaron los goles de Armenio para decorar un resultado demasiado holgado. Primero José Pelanda robó la pelota en la puerta del área ante una apresurada e imprecisa salida de Collavini, y metió una asistencia perfecta para el verdugo eterno de Talleres, Miguel Cisterna, quien volvió a convertir para anotarse con el tercer tanto. Se jugaban 38’ y la historia estaba prácticamente cerrada. Pero increíblemente, había tiempo para más.
Y llegó el cuarto. Se escapó solo por la punta derecha de su ataque Víctor Gómez, y con mucha precisión mandó un lindo centro, que terminó directamente en los pies de Agustín Pérez, quien fusiló a Gambandé, y puso cifras definitivas al partido, en 41 minutos del segundo tiempo. Abultado y exagerado fue el resultado. Regular y poco equitativo fue el trabajo de Mauro Vigliano, quien no influyó directamente en el resultado, pero sí condicionó a Talleres en todas las divididas. Pero al margen de ello, lo que vale es que el conjunto de Escalada perdió en la cancha y en la tabla. Dejó escapar tres puntos dorados, que le hubiesen permitido alcanzar y superar al Canario y al Candombero respectivamente, en la maldita tabla de los promedios. Ahora quedan 27 en juego, y buena parte de la suerte se define en tan solo ocho días, en los cuales Talleres deberá sacar el mayor provecho de ellos, dado que enfrenta a Morón, Español y Temperley, consumiendo un tercio de lo que le queda en su camino hacia la salvación.
Síntesis:
DEPORTIVO ARMENIO 4 Marcelo Luca; Néstor Fernández, Hernán Friggione y Ezequiel Kilmot; Sebastián López, Miguel Cisterna (83’ Diego Brutto), Diego De la Vega y Agustína Pérez; Jorge Coria (74’ Gustavo Sosa); Víctor Gómez y José Luis Pelanda (83’ José Cáspary). DT: Hugo Smaldone.Suplentes: Diego Ratón, David Olmedo, Pablo Trento y Oscar Esquivel.
TALLERES 1Juan Gambandé; Rubén Salina (45’ Gustavo Campuzano), Lino Billordo (73’ Ernesto Florero) y Santiago Echeverría; Leandro Collavini, Mauro Marrone, Marcos Giménez y Leandro Cogrossi; Raúl Pérez (73’ Brian Fuentes); Fernando Zagharián y Daniel Montenegro. DT: Ricardo Rodríguez.Suplentes: Diego Córdoba, Adrián Barbona, Martín Rolón y Mauricio Prol.Goles: 10’ José Luis Pelanda –penal- (DA), 20’ Fernando Zagharián (T), (37) Víctor Gómez (DA), 80’ Miguel Cisterna (DA) y 85’ Agustín Pérez (DA).Amonestados: Hernán Friggione y José Luis Pelanda (DA); Leandro Collavini y Fernando Zagharián (T).Arbitro: Mauro Vigliano (Regular).Asistentes: Javier Castro y Gerardo González.Estadio: Deportivo Armenio (Mala).Público: 300 personas aproximadamente.Recaudación: No fue suministrada.

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Estadio Armenia, Ing. Maschwitz

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